lunes, 13 de junio de 2016

Eliminando tareas repetitivas I

Automatiza lo máximo I


En muchas ocasiones, nuestra vida está llena de repeticiones que no hacen más que consumirnos tiempo.

Un tiempo que podríamos dedicar a realizar otras tareas más productivas o simplemente, dedicarlo a algo que nos interese, nos divierta o lo que queramos.

Cada vez que llegaba a casa, realizaba una de estas repeticiones todos los días.


Abría el portal, sacaba la llave del buzón y consultaba la correspondencia.

En la mayor parte de las ocasiones, se trataba de correspondencia repetitiva.

Mes tras mes llegaba la factura del ADSL, la del móvil, un informe del banco con un extracto de los últimos movimientos, y aunque no tenían periodicidad mensual, también las de los recibos de agua, y luz.

El procedimiento habitual que seguía era, abrir la carta, consultar el importe, verificar que estaba correcto y posteriormente, la archivaba.

Con el paso del tiempo, me había dado cuenta que esto no hacía más que ir incrementando el volumen de papeles, que con el paso de los años, crecían más y más para finalmente terminar en la papelera.

En uno de los post anteriores acerca de la desmaterialización, comenté por qué había sustituido los libros físicos por otro formato, y comencé a hacer lo mismo con todo este papeleo inútil que lo único que hacía era consumirme tiempo.

Poniendo una media de unos 2 minutos todos los días en realizar ese proceso; es decir, abrir el buzón, consultar el correo, recogerlo, llevarlo a casa, abrirlo, ojearlo y guardarlo o deshacernos de él y, teniendo en cuenta que el servicio de correos funciona de lunes a viernes, en una semana estaremos consumiendo 10 minutos.

10 minutos en una tarea repetitiva. Una tarea que generalmente no aporta nada. En un mes, serían 40 minutos. Y a final de año, estamos hablando de 480 minutos, o lo que vienen siendo 8 horas.

En 10 años, habríamos gastado 80 horas solamente en abrir el buzón, recoger el correo, subirlo a casa, ojearlo y finalmente terminar con él en la papelera.

Para mi, es un proceso inútil y repetitivo.

Hoy día, la mayor parte de remitentes, ya sean compañías telefónicas, de suministros eléctricos, agua, bancos, etc...disponen de servicio de correo electrónico. Por lo que poco a poco, fui cambiando todo mi correo postal, a electrónico.

Esto me permite ahorrar ese tiempo, poder consultar los recibos, facturas o el documento que ha sido digitalizado en cualquier momento y desde cualquier lugar  y, además de realizar una buena acción para el medio ambiente, me permite tener mi buzón físico, prácticamente vacío -exceptuando ocasiones en las que se trata de algún documento que necesita ser enviado de manera física-, cosa en la que se suelen fijar mucho los "amigos de lo ajeno" para determinar si una vivienda esta ocupada o no.

Si pasas un período prolongado fuera de casa, y tu buzón está a rebosar, generalmente es indicativo de que no hay nadie en casa. Aunque siempre puedes dejarle la llave a un vecino y pedirle el favor, es necesaria la presencia física de ese vecino.

Sin embargo, si digitalizas tu correo, ya no será necesaria presencia física.

En cuanto a las opciones de archivado, puede interesarte guardar las facturas del último año, con lo que puedes utilizar las herramientas de tu gestor de correo electrónico para crear marcadores y enviar a cada remitente a su carpeta correspondiente; así, tendrás todo siempre archivado y sin ocuparte espacio físico.

A día de hoy me siento bastante más liberado al no tener que andar con papeles de un lugar a otro, papeles que generalmente son "spam" físico.

En definitiva, te animo a que te pases al correo digital, para ahorrarte tiempo de vida y elimines tareas repetitivas.



Hasta el próximo flash!


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